viernes, 17 de diciembre de 2010

CAMBIO DE TERCIO

SIN PRECEDENTES. Así puede calificarse el rotundo fracaso de la última obra propuesta para este mes de diciembre. Dos han sido las lectoras que han empezado con el libro (no diré nombres) y, tras ponerse en contacto, han empezado una cadena telefónica que ha acabado, si no con la quema en la hoguera de la obra, sí con un cambio de libro por decreto ley. Abandonamos pues a la mujer temblorosa, aunque no dudo que ocupará buena parte de nuestra próxima reunión y la cambiamos por una novela de E.L. Doctorow, Homer y Langley. A ver si el cambio agrada a la mayoría... La polémica está servida.






Homer y Langley de Edgar Lawrence Doctorow (sinopsis de Lecturalia)


La historia de los hermanos Collyer tiene tintes de leyenda para casi todos los neoyorquinos. A finales de la década de 1940, la policía encontró los cadáveres de los dos hermanos en su mansión de la Quinta Avenida, sepultados bajo montones de cosas que habían ido recopilando durante todas sus vidas. Hijos de buena familia, la ceguera de uno de ellos había propiciado que el otro dedicara el resto de su vida a cuidarle y, poco a poco, los dos habían hecho de su casa su fortaleza, de la que nunca salían. E.L Doctorow retoma una historia que él recordaba de cuando era adolescente. Confiere a los dos protagonistas vida, arrastra al lector hacia la ternura y la sonrisa, incluso a la comprensión. Y mientras, repasa todo aquello que sucede alrededor de los Collyers, todo lo que ellos se resisten a vivir, pero que entra en su casa con una fuerza arrolladora: inmigrantes, prostitutas, músicos de jazz, mujeres de la alta sociedad, agentes gubernamentales, gangsters, hippies… Homer y Langley serán testigos de excepción, aunque reticentes, de los cambios en Estados Unidos.