domingo, 8 de marzo de 2009

Virginia Woolf

Biografía (Wikipedia)
Virginia Woolf, cuyo nombre completo de soltera era Adeline Virginia Stephen (Londres, 25 de enero de 1882- Lewes, Sussex, 28 de marzo de 1941), fue una destacada escritora y editora británica. Aunque empezó su carrera literaria escribiendo ensayos y crítica literaria, destacó sobre todo como novelista. Durante el período de entreguerras, se convirtió en una importante figura de la sociedad literaria londinense y formó parte del Grupo de Bloomsbury. Sus novelas más conocidas son La señora Dalloway (1925), Al faro (1927), Orlando (1928), Las olas (1931) y Entre actos (1941).
Virginia Stephen era hija del novelista, historiador, ensayista y biógrafo Sir Leslie Stephen (1832-1904) y de su segunda esposa, Julia Prinsep Jackson (1846-1905). Tuvo tres hermanos: Vanessa (1879-1961), Thoby (1880-1906) y Adrian Stephen (1883-1948). Tenía además una media hermana, Laura Makepeace Stephen (1870-1945), nacida del matrimonio anterior de su padre con Harriet Marion Thackeray; y tres medio hermanos: George (1868-1934), Stella (1869-1897) y Gerald Duckworth (1870-1937), del primer matrimonio de su madre. La residencia familiar, situada en el 22 de Hyde Park Gate, en el barrio londinense de Kensington, era frecuentada por la élite intelectual y artística de la época.
Psicoanalistas y biógrafos de Woolf han escrito que sus hermanastros Gerald y George Duckworth abusaron sexualmente de ella durante su infancia y adolescencia, y que esos abusos, cuyas circunstancias exactas no se conocen bien, están en el origen del problema psicológico que sufrió la autora, un trastorno bipolar. En su texto autobiográfico A Sketch of the Past, la propia Virginia Woolf solo aludió a estas desdichadas experiencias de forma velada, de acuerdo con la rígida moral de la época victoriana.
Aunque no fue a la escuela, Woolf recibió clases de profesores particulares y de su padre. Quedó impresionada por la obra literaria de su padre, así como por su actividad como editor del monumental Dictionary of National Biography, y por la amplitud de su biblioteca privada, que estimuló en ella el deseo de convertirse en escritora. Cuando falleció su madre, el 5 de mayo de 1895, Virginia sufrió su primera depresión.
Tras la muerte por cáncer de su padre, en 1904, y un intento de suicidio por ingestión de somníferos, se estableció con su hermana Vanessa y sus dos hermanos en el barrio londinense de Bloomsbury, que se convirtió en centro de reunión de antiguos compañeros universitarios de su hermano mayor, entre los que figuraban intelectuales de la talla del escritor E. M. Forster, el economista J. M. Keynes y los filósofos Bertrand Russell y Ludwig Wittgenstein, y que sería conocido como el grupo o círculo de Bloomsbury.
En 1912, cuando contaba treinta años, se casó con
Leonard Woolf, economista y miembro también del grupo de Bloomsbury, con quien fundó en 1917 la célebre editorial Hogarth Press, que editó la obra de la propia Virginia y la de otros relevantes escritores, como Katherine Mansfield, T. S. Eliot o Sigmund Freud. Sus primeras novelas, Fin de viaje y Noche y día, ponen ya de manifiesto la intención de la escritora de romper los moldes narrativos heredados de la novelística inglesa anterior, en especial la subordinación de personajes y acciones al argumento general de la novela, así como las descripciones de ambientes y personajes tradicionales; sin embargo, estos primeros títulos apenas merecieron consideración por parte de la crítica. Sólo tras la publicación de La señora Dalloway y Al faro los críticos comenzaron a elogiar su originalidad literaria. En estas obras llaman ya la atención la maestría técnica y el afán experimental de la autora, quien introducía además en la prosa novelística un estilo y unas imágenes hasta entonces más propios de la poesía.
Desaparecidas la acción y la intriga, sus narraciones se esfuerzan por captar la vida cambiante e inasible de la conciencia. Influida por la filosofía de
Henri Bergson, Woolf experimentó con especial interés con el tiempo narrativo, tanto en su aspecto individual, en el flujo de variaciones en la conciencia del personaje, como en su relación con el tiempo histórico y colectivo. Así, Orlando constituye una fantasía libre, basada en algunos pasajes de la vida de Vita Sackville-West, su amante lesbiana desde 1922 y también escritora, en que la protagonista vive cinco siglos de la historia inglesa. En Las olas presenta el «flujo de conciencia» de seis personajes distintos, es decir, la corriente preconsciente de ideas tal como aparece en la mente, a diferencia del lógico y bien trabado monólogo tradicional. Escribió así mismo una serie de ensayos que giraban en torno de la condición de la mujer, en los que resaltó la construcción social de la identidad femenina y reivindicó el papel de la mujer escritora. En Una habitación propia revela la evolución de su pensamiento feminista. Destacó a su vez como crítica literaria, y fue autora de dos biografías: una divertida recreación de la vida de los Browning a través de los ojos de su perro (Flush) y otra sobre el crítico R. Fry (Fry). Asimismo, junto a E. M. Forster, llegó a escribir una carta a varios periódicos ingleses sobre el efecto que la censura tenía sobre el ánimo de los escritores, a raíz del intento del Sunday Express de condenar la novela de temática lésbica El pozo de la soledad (The Well of Loneliness, en inglés), de Hall.
Durante su vida, sufrió una enfermedad mental hoy conocida como
trastorno bipolar, que la llevó a suicidarse el 28 de marzo de 1941, lanzándose al río Ouse, en Rodemell con varios montones de piedras en los bolsillos. Había desaparecido de su casa el día anterior.
El nombre de Virginia Woolf está unido al grupo de Bloomsbury, formado por artistas que compartían ciertos criterios estéticos. El grupo de Bloomsbury, llamado así por el barrio londinense donde vivían muchos de ellos, muestra cierto rechazo hacia la clase media alta a la que pertenecen, y es heredero de las teorías estecistas de Walter Pater que tuvieron resonancia a finales de siglo XIX. Dentro de este grupo hubo intensas relaciones intelectuales, pero también emotivas y personales. Formaron parte de él, la pintora Dora Carrington y los escritores Gerald Brenan y Lytton Strachey, entre otros.


La novelista Virginia Woolf dijo: "La cosa me sorprende ¿que son estos ataques repentinos de total agotamiento?. Vengo aquí a escribir; no puedo ni acabar una frase; estoy arrastrada hacia abajo; ahora estoy sintiendo este indefinible impulso: ¿el subconsciente deribándome hacia su interior?. He estado leyendo a Faber sobre Newman; he comparado su relato de una depresión nerviosa; el rechazo de alguna parte del mecanismo. ¿Es esto lo que a mi me sucede?. No exactamente. Pues yo no me estoy evadiendo de nada. No. Creo que el esfuerzo de vivir en dos esferas; la novela y la vida, es una tensión....
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Virginia Woolf: la melancólica pasajera del vicio absurdo
Iván Quezada E.

¿Cómo evitar la guerra?, es la pregunta que la autora británica fallecida en 1941 intentó responder en su ensayo Tres Guineas, donde expuso críticamente la discriminación que afecta a la mujer en el trabajo y en el acceso a la educación.
En la obra de la autora inglesa Virginia Woolf (1882-1941) el tiempo está representado con la metáfora de las olas Pero, además de figura literaria, la escritora también utilizó la imagen para describir el estado de ánimo que la atenazó todos los días de su vida. "La sensación-afirmaba- de que la primera hora de cada mañana es algo tan dulce y calmo como el suave golpe de una ola, unida al presentimiento casi permanente de que algo horroroso está siempre a punto de ocurrir." A esta forma de melancolía ella la llamó "vicio absurdo". Cuando esta cotidiana sacudida del alma alcanzó su mayor intensidad, dejó de ser su fuente de inspiración y se convirtió en la condena que la condujo al suicidio, una mañana a finales de marzo (ver recuadro) Además de ficción, Virginia Woolf escribió algunos notables ensayos acerca de las condiciones de vida de la mujer en la sociedad actual. Este es el caso de Tres Guineas (Lumen), libro que acaba de aparecer en Chile.
En dicho texto -publicado en Inglaterra en 1938, a sólo meses de la Segunda Guerra Mundial-, la autora intentó resolver la interrogante de "¿cómo podemos evitar los conflictos bélicos?", que un lector desconocido le hizo a través de una emotiva carta.
La respuesta le tomó tres años de reflexión. Según ella, antes de tratar de abordar la pregunta, era necesario precisar las circunstancias que les han impedido a las mujeres tener un papel más decisivo en el asunto de la guerra. Los hechos claves a este respecto, a su juicio, son la desigualdad de oportunidades en el trabajo y en el acceso a la enseñanza,lo que impediría la formación de un mundo integrado y pacífico.
Al igual que en su célebre ensayo Un Cuarto Propio -donde se refiere a las dificultades de una mujer para ser escritora-, su postura es claramente feminista, aunque no dogmática. Por el contrario, su propósito es lograr un diálogo con los hombres que permita un posible entendimiento.
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El último paseo de Virginia Woolf

Empezaba la primavera de 1941. Las noticias de la Segunda Guerra Mundial habían profundizado la natural depresión de Virginia Woolf hasta un punto que sólo ella comprendía. Ese día en particular, el 28 de marzo, su estado era tan alarmante que su marido, Leonard Woolf, le aconsejó que se distrajera con las labores domésticas. Ella le hizo caso a regañadientes,hasta que decidió dar un paseo.
Luego que los bombardeos nazis destruyeran su casa de Londres, el matrimonio se había refugiado en su cabaña de Rodmell, a unos pocos kilómetros del Canal de la Mancha. Antes de salir a caminar, Virginia escribió en el jardín sus últimas cartas de despedida, a Leonard y a su hermana Vanessa, y a continuación dirigió sus pasos al río Ouse. La búsqueda de sus restos concluyó dos semanas después, cuando un par de niños divisaron su cuerpo flotando en la corriente y aún envuelto en un abrigo cuyos
bolsillos estaban llenos de piedras.

3 comentarios:

myssja dijo...

Me encanta esta escritora y todo su grupo de amigos de Bloomsbury, todos artistas y muy aventajados a su tiempo en una sociedad muy encorsetada.

Cristina dijo...

Pues, si te animas a comentar "La señora Dallaway" con nosotras, te esperamos encantadas.

myssja dijo...

precisamente esta obra no la he leído pero tengo la peli ;)