domingo, 15 de febrero de 2009

Ian McEwan en la literatura: Resumen de los argumentos de su obra


"En las nubes" Editorial Anagrama
En estos siete episodios exquisitos, Peter Fortune, un hombre adulto, nos revela el secreto de las metamorfosis y las aventuras de su infancia: Ian McEwan nos brinda una encantadora obra de ficción que se dirige por igual a niños, jóvenes y adultos. Peter es un niño de diez años a quien los adultos consideran problemático sólo porque vive inmerso en sus fantasías. Entre la ficción y la realidad, Peter experimenta fantásticas transformaciones y nos traslada a fascinantes universos: intercambia el cuerpo del gato de la familia por el de un niño malhumorado, lucha contra una muñeca diabólica que busca venganza, y descubre en un cajón una especie de crema facial que hace desaparecer a la gente. Y en la última historia se despierta como un niño encerrado en el cuerpo de un adulto, y se embarca en la aventura de enamorarse. Conmovedora, irreal y extraordinaria, esta novela es una celebración de la imaginación y la fantasía.


“Primer amor, últimos ritos” (1975) 2008 Editorial Anagrama
Con la publicación de este libro, que fue galardonado con el premio Somerset Maugham, Ian McEwan se convirtió en la revelación literaria inglesa de finales de los años setenta. En los ocho relatos de Primer amor, últimos ritos, McEwan muestra cómo la depravación puede enmascararse de inocencia, y las mariposas, resultar siniestras. Cómo la vida de un niño puede ser arrasada por lo macabro o destilar las primeras sensaciones del amor, rastreando sus rituales iniciáticos, infundiéndoles una lujuriante imaginería sensual. Asociando lo insólito y la provocación, la ternura y un humor glacial, Ian McEwan nos revela la cara oculta de nuestros fantasmas y nos ofrece una visión diferente de la vida cotidiana.
«Un tour de force de concisión y de humor negro» (Gabriele Annan, Times Literary Supplement)
«El primero de los relatos, acerca de un adolescente que comete incesto con su hermanita de diez años, es uno de los textos más divertidos que he leído desde los primeros capítulos de El lamento de Portnoy» (Derek Stanford, The Scotsman)
«Una depravación terriblemente macabra» (Anthony Thwaite).



“Entre las sábanas” (1978) Editorial Anangrama
Como un mapa atrozmente exacto de las zonas oscuras de la mente, los relatos de este libro atrapan la atención del lector, y quizá multipliquen sus pesadillas. Un pornógrafo nada inocente se convierte, sin desearlo, en objeto de las fantasías de sus víctimas. Un millonario aburrido se compra una amante perfecta que le hará descender a los infiernos de los celos y la desesperación. Stephen, un padre divorciado, descubre durante un fin de semana con su hija Miranda y una amiga de ésta la magnitud de su propia inocencia. Y Terence, el guapísimo Terence, que se enamora de Sylvie y haría cualquier cosa que ella le pidiera como prueba de su devoción, deberá satisfacer la más inesperada de las peticiones. Porque para McEwan, la inocencia infantil puede esconder simas de depravación, y de la necesidad de amor surge a veces la perversidad. Y todos sus relatos hablan del amor, de su exceso o de su ausencia, del deseo y de sus frustraciones, de fantasías sádicas o masoquistas.



El jardín de cemento (1978) Editorial Tusquets
Formaban una familia como cualquier otra, y vivían en los suburbios de una ciudad, en una casa con jardín situada entre grises bloques de pisos. Pero de pronto muere el padre. Luego la madre contrae una grave enfermedad que le impide levantarse de la cama. Ahora los cuatro hijos -Julie, Jack, Sue y Tom- están prácticamente solos. Sin nadie que los controle, pueden hacer lo que quieran. Pueden ser lo que quieran. Sin embargo, también deben resolver las insólitas situaciones que se les presentan, y poco a poco van organizándose a su peculiar manera, ajenos a las normas que rigen la sociedad que les rodea. ¿Cómo afrontarán el despertar del sexo, los problemas escolares, la convivencia, la muerte y, ante todo, la justicia o la injusticia de cuanto les sucede? Narrada por Jack, el hijo de quince años, ésta es la turbadora e inolvidable historia no sólo de una pequeña comunidad adolescente, sino también de una casa que esconde un secreto que ninguno de sus jóvenes moradores puede revelar.


El placer del viajero (1981) Editorial Anagrama
Colin y Mary, amantes desde hace varios años, pasan sus vacaciones en Venecia. Allí conocen a un misterioso italiano casado con una canadiense y se ven progresivamente envueltos en una relación con esta pareja. Los encuentros son agradables, pero hay en el aire algo amenazador, inexplicable. Aislados y vulnerables, Colin y Mary son arrastrados hacia algo desconocido, conducidos a acciones y sentimientos más allá de su control.


Niños en el tiempo (1987) Editorial Anagrama
Stephen Lewis, un joven y renombrado autor de libros infantiles, vive en Londres con su mujer Julie y su hija Kate, de tres años, y participa con un escepticismo a la vez resignado y divertido en las reuniones de una comisión gubernamental sobre la educación de los niños. Los Lewis parecen componer la típica familia feliz, pero un día Stephen va al supermercado con la niña, la cual desaparece de improviso: éste es el dramático punto de partida de esta extraordinaria novela. Stephen, un nombre de resonancias joycianas, se convierte en el protagonista de una pequeña Odisea contemporánea, basada ésta en una ausencia y una tentativa de retorno. El vacío doloroso que deja la desaparición de Kate no abre solamente la crisis entre Stephen y Julie, que reaccionan de modo distinto a este trauma, sino que pone también en marcha una reflexión que, partiendo del significado de ser padres y de ser hijos, obliga al adulto a repensar sus certezas nunca verificadas, sus hábitos mentales, sus comportamientos. En estas páginas, ambientadas en un futuro próximo, con la guerra nuclear al fondo, se lleva también a cabo una acerada sátira política de la sociedad inglesa, encorsetada por un thatcherismo asfixiante. La mirada de McEwan, experta en atrapar cualquier mínimo detalle significativo y el peso que tienen los objetos de la vida cotidiana, inspira una escritura nerviosa y exacta, que cumple las ambiciones de la novela y alcanza, como en las páginas finales, la intensidad de la poesía, logrando una de las más indiscutibles obras maestras de la narrativa británica de las últimas décadas.


"El inocente" (1989) Editorial Anagrama
Berlín, 1955, en plena guerra fría. Leonard, un joven técnico en comunicaciones -inglés, virgen y escasamente mundano-, es enviado a trabajar en un proyecto conjunto de los servicios de inteligencia británicos y americanos, la "Operación Oro". Tras una breve exploración de los kafkianos vericuetos de la vida berlinesa, Leonard descubre la naturaleza del proyecto: la instalación de una central telefónica destinada a intervenir las comunicaciones entre el ejército soviético de ocupación y Moscú, en un túnel que penetra en el Berlín ruso y que están cavando en secreto y a marchas forzadas. Pero Berlín será mucho más que un laberinto de espías para el inocente británico: Leonard conocerá a María, una alemana divorciada y algo mayor que él, y los trabajos del túnel se alternarán con los del amor. María y Berlín serán la iniciación del joven a casi todas las "cosas de la vida". Una extraordinaria incursión literaria en una de las épocas más candentes de nuestra historia, cuyo final se abre ambiguamente al porvenir, tal como ambiguamente se abriera la historia tras la caída del muro de Berlín.



"Los perros negros" (1992) Editorial Anagrama


"Amor perdurable" (1997) Editorial Anagrama- Panorama de Narrativas
Joe y Clarissa son una pareja feliz, que va a pasar un día en el campo. Allí, el azar se introduce en sus vidas cuando Joe conoce a Jed Parry, un fanático religioso que se enamorará obsesivamente de él y lo acosará sin tregua. Un thriller de peculiar comicidad, una ambigua fábula moral sobre la naturaleza del amor, entre la racionalidad y la locura. Una de las mejores novelas de la literatura inglesa en la década pasada.Una novela que ya desde las primeras páginas se intuye solemne, seria y ominosa, con ese aura de trascendencia que tienen las obras con pretensiones. El protagonista, un científico metido a articulista de temas de Ciencia, ateo, hace continuas reflexiones sobre lo que le ha pasado sirviendose como apoyo de teorías darwinistas, sociobiológicas y de todo tipo. Resulta un poco pesado el pobre, y obsesionado con la ciencia. Se supone que está definido así para hacer contraste con el otro personaje, el de Parry, que tiene dos pasiones, Dios y Joe, el periodista científico. Parry está obsesionado con Joe. Le envía cartas larguísimas en las que le manifiesta no solo su amor sino también su convencimiento de que Joe solo se está haciendo de rogar, y le pide que sea valiente y no le haga sufrir. Es un poco cursi el chico. Hay al menos dos cartas en la novela del chiflado. Y lo peor es que luego hay otra de la novia del periodista, Clarissa, que tiene el mismo tono que la de Parry. Creo que McEwan no ha sabido definir dos voces narrativas distintas para su novela, que es por lo demás, sosa y plana. La pasión de Parry y el acoso a que somete a Joe están contados de un modo que no emociona ni sorprende. El autor además, comete la imprudencia de tratar de engañar al lector con ciertas alusiones que podrían hacer pensar que Joe se está inventando todo (Clarissa no le cree, ve que la letra de las cartas del otro es similar a la suya, no oye los mensajes del contestador...). Si así fuera podría resultar incluso interesante, pero todo es bastante obvio. Además, introduce el asunto de su sentimiento de culpa por haber soltado las cuerdas del globo (lo cual propició la muerte de un tal Logan). Incluso va a visitar a la viuda, que está obsesionada con que su marido tenía una aventura con otra mujer, que vio todo y que no da la cara. Luego se descubre que no es así, aunque la subtrama no tiene interés y no se sabe muy bien a cuento de que viene. El argumento resulta un poco rocambolesco. Tanto que el autor, sabedor de lo poco creíble de la historia, incluye unos anexos al final donde explica el historial clínico del paciente afecto del síndrome de Clèrambault (erotomanía), además de una bibliografía con libros sobre el trastorno psiquiátrico. No es que la enfermedad no sea creíble, que de todo hay, es que está contado de un modo muy poco convincente, que llega al colmo cuando tratan de atentar contra la vida de Joe unos asesinos a sueldo contratados por Parry, y se equivocan y matan a otro. En la contraportada, se hace mención a las críticas que ha recibido esta novela, y se dicen cosas como: "con una sutil ironía y su peculiar gusto por la comicidad más ominosa". En realidad, las situaciones son cómicas, pero están contadas como si no lo fueran, lo cual hace que le humor no se vea por ningún sitio. Quizás si Tom Sharpe hubiera tomado este argumento hubiera hecho algo más vivo y con más gracia. También dice la contraportada: "una historia llena de suspense contada con inteligencia y vigor". Bueno, bueno... Suspense yo no he visto ninguno. Parry estaba loco y se sabía desde el principio. Las escenas dramáticas del final, no destacan. Las intervenciones de Parry, centradas en el "amor" que siente por Joe, son repetitivas, ya que siempre le dice lo mismo. Ahí si podría haberse sacado partido desde el punto de vista humorístico, pero McEwan pasa de todo. También se narra la degradación de la relación entre Clarissa y Joe, que podría ser más interesante. Un final con tintes algo peliculeros remata una novela que es la versión literaria e "inglesa" (en toda la extensión de la palabra) de la Atracción Fatal cinematográfica de Adrian Line, solo que más aburrida y sin morbo, claro. La prosa es buena, solemne, seria y plagada de toques culturales (alusiones a Keats, Wordsworth y otros poetas)

"Amsterdam" (1998) Editorial Anagrama - Panorama de Narrativas (premio Booker)
Molly Lane ha muerto a los cuarenta y seis años de edad. Era una mujer muy libre, muy seductora, y en su entierro se encuentran presentes los cuatro hombres más importantes de su vida: Clive Linley, músico famoso; Vernon Halliday, periodista y director de uno de los grandes periódicos del país; George Lane, su poderoso y multimillonario marido, y Julian Garmony, un notorio político de derechas, actual ministro de Asuntos Exteriores y candidato a primer ministro. Clive y Vernon son amigos desde los lejanos y felices años sesenta, y ambos fueron amantes de Molly cuando todos ellos eran jóvenes, idealistas y pobres. George, el marido, entró mucho más tarde en la vida de la fascinante mujer y jamás pudo poseerla del todo, excepto en el terrible período final, de descenso a los infiernos de la pérdida de memoria y la desintegración mental, en el que se convirtió en su implacable cuidador y carcelero. Y con respecto a Garmony, representante de la derecha más pura y dura y de todo lo que Vernon, Clive y Molly odiaron durante toda su vida, ni el periodista ni el músico pueden explicarse qué era lo que Molly veía en él, qué extraña relación les unía. Pero lo descubrirán pocos días más tarde cuando George, el marido, le ofrece a Vernon unas espectaculares fotos del futuro primer ministro vestido con unas excitantes ropas de mujer. Fotos tomadas precisamente por Molly y que serán el disparo de salida de esta feroz, cínica, mordiente fábula moral.

"Expiación" (2001) Editorial Anagrama
En la gran casa de campo de la familia Tallis todo parece fluir con apacible elegancia en el día más caluroso del verano de 1935. Pero el oído atento percibirá sutiles notas disonantes, una creciente tensión que estallará después de que Cecilia, la hija mayor de los Tallis, salga empapada de una fuente, vestida solamente con su ropa interior, mientras Robbie, el brillante hijo de la criada y protegido de la familia Tallis, la contempla... Un libro prodigioso, que va abriéndose como un juego de cajas chinas y que contiene muchas novelas: una romántica historia de amor imposible, una durísima narración de guerra y la novela que dentro de la novela escribe uno de los personajes. McEwan ha escrito su obra maestra.


"Sábado" (2006) Editorial Anagrama
Henry Perowne es un hombre feliz. Es un reconocido neurocirujano y está casado con Rosalind, una abogada de un importante periódico. Ambos disfrutan su trabajo, se quieren y quieren a sus hijos, un prometedor músico y una joven poeta. Es sábado, 15 de febrero de 2003, el día de las grandes manifestaciones contra la guerra de Irak. Henry se despierta, va hacia la ventana de su dor-mitorio y ve un avión en llamas que sobrevuela Londres muy bajo. Henry teme un accidente terrible, un ataque terrorista. Más tarde, escuchando la radio, sabrá que se trata de un aterrizaje forzoso. Y Henry volverá a dormir, y hará el amor con su mujer, y se irá luego a su partida de squash semanal. Pero la visión nocturna no ha sido sino el presagio de la realidad azarosa que irrumpirá en la plácida burbuja de su vida tan armoniosa...


" Chesil Beach" (2008) Editorial Anagrama
Tienen poco más de veinte años y se conocieron en una manifestación en contra de las armas nucleares. Florence es una chica de clase media alta. Edward, en cambio, pertenece a una familia que vive en la zona baja de la clase media. Ambos son inocentes, y vírgenes, y tras un largo cortejo se han casado. Es un día de julio de 1962, y el tsunami de la revolución sexual no ha llegado a Inglaterra. Edward y Florence van a pasar su noche de bodas en un hotel junto a Chesil Beach. Y lo que sucede esa noche es la materia con que McEwan construye su chejoviano, terrible mapa de una relación, del amor, del sexo, y también de una época, y de sus discursos y sus silencios.

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